Este año el viaje a la nieve de la ACOT tocaba ir a Benasque, cual fue nuestra sorpresa cuando llegamos a las pista de Cerler que casi no habia nieve por las laderas de alrededor.
Buscando por los alrededores encontramos unas pequeñas laderas para que se pudieran tirar con los trineos los niños y los que no lo son jee,jee.
El dia era excelente por lo cual a falta de que la nieve no era todo lo buena posible, si que lo fue las risas, las bolas de nieve, los culetazos.
Disfrutando de lo lindo.
Padres e hijos.
Una parada para reponer el aliento y las fuerzas.
Despues de unas horitas de ejercicio tocaba ir a comer cerca de Benasque, a un merendero.
Despues de comer, nos tomamos un cafecito pa despejarnos un poco y no quedarnos dormidos, en el lago que estaba casi todo helado menos un hueco donde aparecieron un preciosos cisnes.
Como los chavales no se habian cansado lo suficiente fuimos al rocodromo del camping de Castejon de Sos.
La verdad que lo volvimos a pasar muy bien y si que nos terminamos de ganar la cena.
Por cierto cenamos muy bien, en el camping Alto Esera.
Las mujeres tomandose unas cervecitas. Cenamos en dos turnos primeros los chavales y luego nosotros. Al dia siguiente tocaria hacer raquetas en los Llanos del Hospital. Ahi si que habia un poco mas de nieve pero el dia fue todo lo contrario.
Aqui raqueteando un poco, con el grupo.
La nieve estaba muy buena y el camino bien marcado que se podia andar sin raquetas.
Llegamos hasta la Besurta donde a mas de alguno se le hizo el camino muuuuuuuuuuuuuuyyyyyyyy laaaaaaaaaaaaaaaaaarrrrrrrrgoooooooooo, verdad Alberto.
Que nos dijo que haciamos aqui en medio de la nada, mientras los demas se estan toman 2 o 3 cocacolas.
Al final llegamos a nuestro objetivo y despues de almorzar ya vio todo de diferente color. Al final otro año mas que no lo pasamos en grande y con buena compañia.
La madrugada fue un poco dura, pero nos levantamos rumbo a Madrid. Cuando paramos en Manzanares el Real a comprar pan la impresionante mole de el Yelmo ya se divisaba.
Compramos el pan y nos dirigimos al parking, era un poco tarde por lo que no pudimos subir a Canto Cochino. Aparcamos y despues de degustar unas viandas comenzamos a caminar.
Despues de un rato llegamos al parking, cruzamos el Manzanares y comenzamos a subir entre jaras y piedras de granito. El calor era sofocante habia que hidratar. Conforme vamos subiendo vamos viendo a los escaladores como serpentean hacia arriba por sus piedras.
Al fin podemos contemplar nuestro objetivo el Yelmo, una impresionante mole de granito.
Observando el libro, descansando para acometer el ultimo tramo de la ascension.
Yo con el Yelmo de fondo.
La base del Yelmo
La pradera.
Despues de contemplar un buen rato la mole de granito, comenzamos el ultimo tramo de la ascension con la estrecha chimenea.
Comenzando la chimenea que da acceso a la cima, es muy estrecha con lo que toco apretar los michelines, jee,jee.
Tiene un par de pasitos un poco mas dificiles, que se pasan sin apuros.
Cima, con el embalse de fondo.
Vistas.
Ya de camino de vuelta nos pudimos encontrar con unas cabras, que querian saludarnos antes de irnos.
Maria sobre el rio Manzanares.
Despues de llegar al parking , descansamos un poco mientras Juan subia la furgo a canto cochino y continuamos por la autopista de la pedriza hacia el refugio Giner, ah una autopista de personas no os penseis.
Al dia siguente despues de dormir y descansar del duro treking, nos fuimos a probar el granito pedricero.
Donde pudimos comprobar como agarraba y nos deslizamos como lagartijas.
Disfrutando de la escalada.
Eran unas vias faciles y bien equipadas, donde terminamos de disfrutar de nuestro finde por la cuenca alta del Manzanares.
